Buena ubicación, personal de front desk amable, cómodo, a pesar de que nos tocó ventana a la calle, no se escucha ruido. La ducha estrecha, pero con buena agua. Lamentablemente el desayuno bajó la calidad de la experiencia, pues la fruta no se veía muy fresca, y cuando solicité que si por favor me podía ayudar con una porción de papaya, me dijeron que no tenían, y luego cuando vi que tenían suficiente, incluso cortada, tomé foto, y rápidamente me dijeron “eso es para otra cosa”. Pequeños detalles que al final suman o restan lo suficiente para decidir si se vuelve o no. El resto del desayuno, de buen sabor.