El hotel es lindo, es una casa renovada con muchos detalles.
El check in con Natalia estuvo muy bien, muy querida y siempre con una sonrisa y dispuesta a colaborarnos en todo. Fenomenal.
El desayuno esta incluido, pero se toma en otro hotel a dos cuadras. La playa es cerca, ofrecen servicio de asoleadroas y toallas.
En general todo estuvo muy bien, lo único malo de la estadía fue la Recepcionista Valentina, muy grosera y antipática. Deben capacitar más a los empleados en servicio al cliente.