Este hotel está en el meollo de Shimbashi, así que si no te gusta el movimiento, quizás no sea tu alojamiento. A nosotros sí nos gusta y disfrutamos mucho de toda la oferta gastronómica que tenía a su alrededor. Tanto, que las 3 noches que nos hospedamos aquí, cenamos en la zona. La habitación del hotel es bastante amplia si la comparas con la media de Japón. En este caso, nuestra habitación tenía camas gemelas, pero bastante anchas para ser individuales. El hotel ofrece desayuno buffet muy completo y bueno, aunque eché en falta más fruta natural.Por el lado positivo la sopa de miso está buenísima. El comedor tiene amplios ventanales. Tiene en su azotea un onsen, parte al aire libre y parte interior, pero las ventanas son opacas, por lo que no puedes disfrutar de las vistas de la ciudad. Tiene una ubicación perfecta para moverse por la ciudad, muy cerca de las paradas de metro y tren. Lo único que tendría en cuenta es que por la noche se convierte en una zona en la que se ofrecen servicios de señoritas de compañía y puede ser incómodo.