La llamamos "La pensión Loli", es una habitación pequeña, vieja y no muy limpia. El baño es súper pequeño, la ducha es bañera, tan pequeña que cuesta darte la vuelta sin peligro.
No hay más que jabón de manos y lo justo para que no gastes, la basura es de tamaño baño, la "limpieza" de la habitación se realiza cada 2 días.
Lo peor es que no te dan llaves, tienes que picar para poder entrar, no sólo en ocasiones tarda muchísimo en bajar, si no, que te pedirá explicaciones de todo haciendo bastante molesta la estacia ya que la mujer, no tiene nada de simpática.
Las habitaciones están en un segundo piso sin ascensor, la ubicación es buena y cercana al metro aunque, no hay mucho comercio cerca.