Definitivamente es un excelente hotel. La arquitectura es acogedora y cada detalle es cuidadosamente atendido. Sin embargo, lo que realmente destaca de este lugar es la calidez y profesionalismo del personal. Desde la recepción, los consergies hasta los meseros, todos brindan un servicio amable y atento. No quisiera omitir a ninguno, pues todos contribuyen a la maravillosa experiencia. Además, la ubicación es inmejorable, en pleno corazón de la zona histórica de Cusco. Sin duda, regresaré para disfrutar nuevamente de mi estancia.